El nozzle de una impresora 3D, como todo elemento que está en contacto (rozamiento) con otro material, presenta un desgaste con el uso, que como hemos comentado en el artículo anterior, varía en función del material del nozzle y del tipo de filamento que se utilice. Para detectar cuando el desgaste es acusado recurriremos a 2 sencillas técnicas:
Método visual
Cuando el desgaste es muy acusado se detecta en la punta del nozzle a simple vista, como se aprecia en la siguiente imagen.
Puede suceder que, aún teniendo todos los parámetros de impresión correctos, el modelo 3D sin imperfecciones y el nozzle en buen estado a simple vista, interiormente esté desgastado y provoque malformaciones y malos acabados superficiales en las piezas impresas debido al flujo turbulento del plástico por el interior del mismo.
Método teórico
Para poder aplicar este método tendremos que disponer del plano del nozzle de la impresora 3D que estamos utilizando, documento que la mayoría de los fabricantes tienen disponible para su descarga en su página web. En este caso vamos a utilizar el plano del Nozzle E3D v6.
La medida que nos interesa es la "C" que representa la longitud del perforado de salida del filamento después del cono de extrusión. El desgaste no debe ser nunca superior al 80% de la longitud total de "C", ya que si el desgaste se aproxima más al cono interno, las impresiones 3D serán de mala calidad, o incluso imposibles de realizar. Para comprobar este valor tenemos que retirar el nozzle del HotEnd, medir la longitud total y aplicar la siguiente fórmula:
Como se aprecia en el plano, la longitud original total del Nozzle E3D v6 es de 12.5 mm, para el modelo con diámetro de salida 0.40 mm "C" mide 0.60 mm. En este caso, la longitud total del nozzle es de 12 mm, por lo que aplicando la fórmula anterior obtenemos que el porcentaje de desgaste es del 83%, lo que indica que es necesario sustituir el nozzle por uno nuevo.